Trapecio volador: 5 hechos históricos que no sabías

El circo acaba de llegar a la ciudad y una de las actuaciones más esperadas será la impresionante proeza aérea del trapecio volador. Hasta donde podemos recordar, es la actuación lo que hace que la audiencia contenga la respiración con la esperanza de que no se utilice la red de seguridad que hay debajo. Agilidad, claridad mental y reflejos rápidos se han ejecutado en una actuación que destila mucha gracia y forma. Los beneficios del trapecio volador para el cuerpo humano han sido revelados, y muy pronto, el arte que alguna vez fue exclusivo de los profesionales, ahora es una nueva forma de ejercicio, mucho más una fuente de recreación al alcance de casi todos. La escuela de trapecio se desarrolló y más rápido de lo que puedes decir, «¡hep!» se han vuelto extremadamente populares. Antes incluso de reunir el coraje para subir a la plataforma y esperar su primera rutina, ¿alguna vez se preguntó de dónde se originó esta elegante forma de entretenimiento? ¿Cómo se hizo durante sus primeros días? ¿Era el equipo utilizado entonces tan seguro como lo es ahora? Es sorprendente la rica historia que contiene el trapecio volador. Aquí hay 5 hechos históricos sobre esta nueva actividad en la que cada vez más personas se están involucrando.

1. Jules Leotard inventó esta rutina en 1859. Su padre tenía un gimnasio en Toulouse, Francia y con la piscina para proporcionar un aterrizaje más suave para una caída sin precedentes; Leotard materializó sus ideas con una barra unida a los cables del ventilador ubicados sobre el agua.

2. El primer acto de trapecio se realizó frente a una audiencia el 12 de noviembre de 1859. Leotard mostró su invención acrobática en el Cirque Napoleon en París, Francia. Durante ese tiempo, las redes de seguridad no se inventaron, por lo que Leotard realizó actos de vuelo sobre colchones que actuaban como su salvavidas en caso de que se cayera.

3. ¿Te suena demasiado familiar el apellido de Jules Leotard? Por supuesto que es. Un leotardo es una prenda de gimnasia o ejercicio popular y se usa comúnmente para el trapecio volador y otras actuaciones acrobáticas. Su nombre se eternizó con la invención de esta funcional prenda de vestir. El leotardo necesitaba ropa adecuada para realizar su número de trapecio volador en 1959, durante su debut en el trapecio en el Cirque de Napoleon en París, se usó el primer leotardo.

4. En 1863, Australia tuvo su primer trapecista volador. Charles Perry, pionero en la familia circense más antigua de Australia, Perry Brothers Circus.

5. El primer triple salto mortal en una rutina de trapecio volador fue realizado en Australia a finales de 1800 por el trapecista italoamericano Alfredo Codonas, famoso por sus impresionantes actuaciones. Trabajó como el doble de acción de Johnny Weissmuller para la versión cinematográfica de Tarzán de 1930. Alfredo junto a su hermano Lalo formaron parte del Australian Wirth’s Circus, el cual Alfredo dejó después de 13 años para unirse al Ringling Brothers Barnum and Bailey Circus de los Estados Unidos.

El trapecio volador ha pasado por muchas transformaciones e innovaciones desde sus humildes comienzos en un gimnasio solitario. Ha trascendido la barrera de género donde han surgido trapecistas de renombre mundial. De una actividad que antes tomaba años de entrenamiento y dominio, ahora está disponible para todos como una forma de recreación, ejercicio y adquisición de nuevas habilidades. El trapecio volador es una actividad fascinante que tiene una historia igualmente interesante para igualar.

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