Barcelona (España), 16 jul (Sputnik).- Si hay una imagen que invite a pensar sobre la aptitud del sacrificio humano a lo largo de la guerra, es la del bombardero soviético ‘Katiuska’ colgado boca abajo en el impresionante Salón Oval del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Los visitantes del museo están convidados hasta el 26 de septiembre a desentrañar los secretos del acto bélico, en expresiones del artista Francesc Torres «un cataclismo y una pérdida de vida excelentes» que, no obstante, «la mayor parte de nosotros admitimos». 1939) despegaron incontables ocasiones por la causa de la República. , y cerrados los voluntarios soviéticos, que brindaron su historia a lo largo del enfrentamiento. , comentó el artista barcelonés en un reportaje con Sputnik. El sacrificio como acto de fe republicano hasta la ocupación de la Legión Cóndor en 1937. Este aeródromo jugó un considerable papel a lo largo de la Guerra Civil por su situación estratégica y fue el cobijo de militares soviéticos y españoles formados en Rusia. Cerca del campo está el Centro de Aviación Histórica de la Sènia, donde su responsable, José Ramón Bellaubí, se hizo cargo en lo personal de recrear los 2 aeroplanos a escala real , lo que inspiró a Torres.«Le pregunté si más adelante me dejaría usar los aeroplanos para algún emprendimiento. Creí que eran una joya. Un avión que no vuela, viendo desde la visión de un artista, es una estatua y una obra de arte», explicó el artista. La primera iniciativa que brotó para el emprendimiento fue explotar la Salón Oval del MNAC , entre los mayores espacios de exposiciones de Europa, para colgar el caza del techo tal y como si estuviese a puntito de estrellarse. crucifixión de San Pedro. «Una crucifixión es un sacrificio, ahora partir de ahí brotó la iniciativa del término del sacrificio, y de de qué forma este consigue dimensiones bíblicas a lo largo de una guerra», aseveró el artista, que decidió transformar ese secreto en una analogía entre la fe bélica y la religiosa. De ahí que, en el punto donde se prepara para impactar el caza situó una gran reproducción de un retablo del calvario de Sant Pere datado del siglo XIV, cuyos extractos se diseminan por el resto de la salón. aire Por medio de su instalación, Francesc Torres transmite de manera extensa la ofrenda de vida: pilotos que jamás llegaron a arribar, 9.000 olivos talados para crear el aeródromo y mujeres reclutadas para los burdeles. Entre los aeroplanos se muestran olivos genuinos, bidones de comburente utilizados en el enfrentamiento y también imágenes reportajes de la vida en la base. Como epítome del sacrificio humano están los retratos de Francisco Gómez, fallecido dentro de un Túpolev en el último bombardeo republicano en la Senia, y el asimismo conduzco del ‘Katiuska’ Leocadio Mendiola, personaje principal de un ataque prácticamente suicida contra la Legión Cóndor. según Torres.Por lo menos cien aviadores soviéticos fallecieron defendiendo la República de españa dentro de ejemplares como el ‘Mosca’ o el ‘Katiuska’.«Si estar preparado esto a sacrificarse por tu país y tu familia es ya algo encomiable, que venga alguien que nada debe ver con tu país y tu familia para guiarte para liberarte de una amenaza es una generosidad intelectual y física absoluta», añadió el constructor .Torres recordó de qué manera los pilotos del ‘Mosca’, ágil y sólido aeroplano desarrollado por Nikolái Polikárpov, usaban su hélice como sierra para romper los alerones traseros de los bombarderos alemanes. Esta operación les costaba por lo menos el avión, y más allá de que se brindaron casos en que los aviadores lograban regresar a la base, varios murieron con el enemigo tras derruirlo. «Lo que pretendo, muy modestamente, es recordarlos, pues no volvieron pero el día de hoy están aquí», concluyó el artista. (Sputnik)