En la Primera Guerra Mundial, la aviación se empleó para hallar tres objetivos: reconocimiento, bombardeo y exterminio de aeroplanos contrincantes. Las primordiales potencias mundiales han logrado enormes desenlaces en la realización de operaciones de combate con el apoyo de la aviación.
Observación Como se mentó previamente, el reconocimiento fue el primer papel cubierto por el avión a lo largo de la Primera Guerra Mundial. El escepticismo de los en general en lo que se refiere a su empleo operacional fue mitigado por las enseñanzas derivadas del empleo de globos como punto de observación a lo largo de la Guerra Civil De america. El avión, en verdad, fue visto por los pocos seguidores como una manera de prolongar y prosperar las opciones de la pelota, que se encontraba, por poner un ejemplo, limitada por la imposibilidad de ver qué había tras una colina, y por la muy poca elasticidad de empleo y velocidad de movimiento.
Las fortalezas volantes
Los zepelinos fueron otra arma que los alemanes sacaron de sacar partido y, en cierta forma, lo lograron. En el mes de enero de 1915 atacaron Londres. Merced a su autonomía podían atravesar el Canal de la Mácula, hostigar un fin y regresar a él. Por el contrario eran lentísimos, con lo que era bien difícil que atacaran por sorpresa, y su aptitud de defensa era limitadísima.
No obstante, han aterrado a los londinenses, que creían estar seguros en su isla. Solamente provocaron bajas civiles y los británicos desarrollaron un sistema de alarma y defensa muy efectivo. En verdad, aparte del daño psicológico, los zepelinos solamente fueron efectivos, suspendiendo varios asaltos por malas condiciones climáticas. Además de esto, podían abrasar un tiro y eran una lámpara en dulce para los cañones antiaéreos.
Pero en el momento en que los británicos frenaron a los zepelinos, llegaron los bombarderos. Desde 1917 los dos bandos reflexionaron en volver a usar los aeroplanos de reconocimiento para otro cometido. Eran aviones mucho más enormes, los motores ahora tenían mayor capacidad y llevar peso era menos problemático. Al comienzo los pilotos llevaban en la cabina alguna bomba por el suelo que iba por todos lados y la soltaban con la mano; en este momento comenzaron a ensamblarlas a apoyos a las alas y el fuselaje. Con enormes depósitos de comburente, buenos motores y artilleros (defendían la aeronave de los asaltos de los cazas) se dieron a conocer las primeras fortalezas voladoras, que tuvieron mayor éxito en los asaltos sobre Londres.