La novedad tomó a todos por sorpresa. Pocos días antes de la Navidad del 2017, el períodico neoyorquino The Wall Street Journal descubrió que Boeing, la primordial compañía del campo aeronáutico, negociaba la adquisición de Embraer, la tercera desarrollador mundial de jets comerciales y líder del mercado de la aviación regional . Según el producto en cuestión, la enorme estadounidense habría efectuado una iniciativa por el control total de la compañía con origen en la ciudad de São José 2 Campos (dentro de São Paulo, Brasil), lo que significaría la adquisición de sus divisiones , entre ellas la triunfadora línea de aeronaves comerciales centradas en el mercado regional, la cartera de jets ejecutivos y los modelos del área de defensa, entre aquéllos que despuntan el turbohélice de ataque rápido y entrenamiento adelantado A -29 Super Tucano y el últimamente anunciado avión de transporte militar KC-390.
Las reacciones del mercado y del gobierno fueron repentinas, pero en direcciones opuestas. Las acciones de Embraer que se negociaron en la bolsa de valores B3, antes llamada Bovespa, se dispararon un 25%, probando la aprobación de los agentes financieros. No obstante, el Palacio de Planalto (la sede del gobierno federal en Brasilia) se mostró opuesto al negocio. “De entrada, Embraer es brasileira. (…) No se está examinando el tema de la transferencia”, declaró el presidente Michel Tener miedo. Con la privatización de Embraer en 1994, la Unión aceptó poder de veto sobre temas concretos relacionados con el manejo de la compañía a través de una acción de clase particular (golden share), entre ellos el control de la compañía. La preocupación en Brasilia y primordialmente en el Ministerio de Defensa, se enfoca en los proyectos militares de Embraer, que se consideran estratégicos para la nación.
El futuro de la rivalidad entre Airbus y Boeing
Está claro que el futuro inmediato al que se combaten las compañías Airbus y Boeing es bastante dudoso, en especial por la grave crisis que padece esta última. Las dos tienen un considerable grupo de retos por sobrepasar.
Boeing prosigue haciendo un trabajo en poner solución a la paralización de sus aeroplanos 737 MAX y recobrar la seguridad en la marca, al paso que Airbus se opone a las últimas amenazas legales interpuestas por la habitante de Estados Unidos y que le ponen contra las cuerdas por teóricos shoppings injustos.