Tras el objetivo de la Guerra Civil en 1939 el Athletic de La capital de españa estaba en una situación crítica: amontonaba un déficit económico al que no podía llevar a cabo frente, el campo del Metropolitano se encontraba totalmente destruido por la guerra, su plantilla dezmada y con la oportunidad de bajar de categoría a Segunda División debido al hecho de haber quedado penúltimos en el Campeonato de Liga de 1935-36, último disputado antes de la Guerra Civil.
Por su lado, el entonces Club Aviación Nacional, desarrollado en la época de 1937 en Salamanca con la meta de divertir a los soldados y disputar partidos beneficiosos, sería movido a La capital de españa, intentando encontrar por su parte el modo perfecto de jugar en Primera División sin la necesidad de pasar por el trámite de jugar en Regional, subir a Segunda y después llegar a la máxima categoría. Las dos instituciones se precisaban y estaban condenadas a comprenderse. No obstante, las negociaciones no fueron nada fáciles. La Aviación Nacional había intentado fusionarse previamente con el Real La capital española, pero las condiciones que el club militar planteaba no persuadieron a los blancos. La Aviación demandaba al club que se uniera imponer su nombre, su escudo, los tonos de su traje, el 50% de los directivos y el presidente.
Opiniones de los apasionados al Fútbol
La identificación con un club no es percibida o concebida por los seguidores como el mero signo arbitrario de la pertenencia común, sino más bien como el símbolo animado de una forma concreta de vida colectiva, que encarna el estilo de juego del aparato que no corresponde siempre con la práctica de los players, sino más bien a la imagen estereotipada que efectúa una misma colectividad (1).
Virtuosidad, responsabilidad, juego limpio y precisión se identifican en el Real La capital española con «señorío» (1)
¿ERA DEL ATLÉTICO?
Pero no termina aquí la cosa. Muchos son los que afirman que Franco podía ser aficionado del Atlético Aviación (más tarde Atlético de La capital española). Está claro que el club tuvo un origen militar marcado y eso, por supuesto, debía agradar al personaje principal de este producto. Además de esto, Vicente Calderón, presidente rojiblanco, siempre y en todo momento fue bastante próximo al régimen franquista. Asimismo se charla de trato de favor hacia el club a fin de que edificara su estadio sobre la M-30.
Para finalizar, para añadir opciones, asimismo se mencionó que Franco asistió al grupo de su localidad, el Racing de Ferrol. El grupo gallego llegó a la final de Copa solo unos meses tras su llegada al poder del dictador, más allá de que es verdad que cayó derrotado por un contundente 6-2 frente al Sevilla y que había logrado una final diez años antes .
El aparato del Régimen
En lo que se refiere al aparato favorito del dictador, existen muchos mitos. Como, por poner un ejemplo, que el Real La capital española siempre y en todo momento ha apoyado al Generalísimo, con lo que se vió beneficiado deportiva y a nivel económico con ayudas arbitrales, títulos poder de compra… Pero solamente lejos de la verdad, hablamos de un mito. De ahí que no es completamente cierto.
La intención del dictador ferrolán con en comparación con fútbol era propagandística. De ahí que, su herramienta era dar a conocer sus principios. Por los dos casos, Franco se fijaría en el Athletic de Bilbao, cuyos valores, muy unidos al carlismo, sostenían una similitud con la corriente falangista. Estos eran: virilidad, ímpetu y furia. Ya que reflejaban el carácter español y masculino original. Aun desde el régimen llegó a admirarse la política de fichajes del club vasco. Considerada una virtud de respeto por las raíces españolas y de rechazo al extranjero. En verdad, esta filosofía de apuesta por el talento local logró que el club atrajera los encomios de todo el mundo y, de ahí que, a la dictadura.