ases de aviacion de la segunda guerra mundial

Los aviadores soviéticos en la 2GM lo tuvieron bien difícil, pero no fue óbice para refundar una fuerte aviación y una saga de pilotos que consiguieron la victoria final.

Y más allá de que se consideraba más esencial la consecución de los objetivos que los escombros personales, los ases fueron reconocidos, premiados, y sirvieron como un ejemplo para otros aviadores.

Muerte y legado

Hans Joachim Marseille, llamado por sus compañeros Jochem, murió a los 22 años el 30 de septiembre de 1942 en el momento en que ahora Afrika Korps de Rommel se encontraba prácticamente derrotada. De vuelta de una misión de escolta, ciertos pilotos vieron salir humo de la cabina del Bf-109 de Marseille y todos oyeron por la radio decir “Hay humo en mi cabina” seguido de toses, “No veo, no veo”. Jochem invirtió el avión para dejar en libertad la carlinga, se había desabrochado las cintas de unión pero la corriente de aire le sostuvo cogido en el taburete. Procuró salir como ha podido bastante debilidad y medio asfixiado. Al saltar sus compañeros vieron de qué manera su cuerpo golpeaba la cola del avión y se precipitaba inconsciente o fallecido al vacío. Fue sepultado en el cementerio de héroes en Derna, Libia y se edificó una pirámide en exactamente el mismo lugar donde cayó.

avion

El epitafio de su tumba afirma “Invicto”.

Con 158 victorias aéreas Hans-Joachim Marseille fue condecorado con la Cruz de Caballero con Diamantes y Hojas de Roble, entre los mucho más altos galardones militares actualmente. Otros aviadores legendarios como Erich Hartmann, el mayor as de todas y cada una la historia, Günther Rall, tercer mayor as de la historia y Adolf Galland, as de jet con el M-262 y figura clave de la Luftwaffe presentaron sus respetos y lo recordaban como «lo destacado». Tras su muerte y para subir la ética del escuadrón en el 3/JG-27 se le llamó Marseille Staffel (la escuadrilla de Marseille). En 1957 se rueda en Alemania la película «la estrella de África» ​​narrando su historia y su servicio como conduzco. El timón de cola de la última caza que pilotó adornado con sus victorias está expuesto en el museo Luftwaffenmuseum der Bundeswehr en Berlín Gatöw. Asimismo entre los homenajes mucho más emotivos fue en 1984 en el momento en que en una asamblea de veteranos del Afrika Korps se invitó al soldado negro sudafricano Mathew P. Letuku, que en ese instante fue hecho preso por los alemanes y se transformó en amigo íntimo de Marseille.

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