as aviacion ingles homenajeado por los alemanes

Piensas en un hidroavión. Es una película en blanco y negro. Cierras los ojos y te dejas llevar por tu imaginación y el fragancia de la brisa marina. Escuchas el estruendos de un motor que se aproxima por el aire: andas en el puerto, el primer campo de aviación de Canarias, y el conduzco que llega puede ser Hables Lindbergh.

Desde este viernes una placa en los jardines de la grúa Titán memora las hazañas de los vanguardistas del aire que pasaron por Enorme Canaria.

La (indebida o inexistente) aptitud de transporte y logística alemana

Alén de la pura comparación de fuerzas navales, cabe rememorar que los socios, aun contando con la trascendente aptitud industrial combinada de EEUU y Enorme Bretaña, precisaron años, y no semanas, para reunir la experiencia que se requiere para una compañía como el desembarco en el norte de Francia, a través de los ataques anfibios, con distinto nivel de volumen, dificultad y oposición, de Dieppe (agosto de 1942), norte de África (operación Torch, noviembre de 1942), Sicilia (Husky, julio de 1943), Salerno (Avalanche, septiembre de 1943) o Anzio (Shingle, enero de 1944). Y de ahí que se precisó asimismo el certamen de EE.UU., cuya colosal aptitud industrial se encontraba además de esto seguro de cualquier interferencia contrincante, reuniendo de a poco la aptitud de transporte naval y aéreo que se requiere para mover de un lado al otra del canal de la Mácula las seis divisiones de infantería, una acorazadas, entidades independientes acorazadas y de infantería y tres aerotransportadas que llegaron a Normandía en las primeras 24 h del desembarco. Aparte de mucho más de miles de buques de guerra de todos y cada uno de los tamaños, esto implicó entre otras muchas cosas el certamen de 4126 navíos de desembarco especialistas de varios tipos y tamaños, aparte de 864 mercantes y mucho más de 700 navíos socorrieres.

En comparación, para la proyectada operación León marino alemana, planeada apuradamente en semanas, e inclusive suponiendo unas fuerzas alemanas de desembarco inferiores a las de Normandía (que no es la situacion), los alemanes solo contaban con solamente 2400 barcazas, muchas fluviales y sin motor (inapropiadas para las aguas del canal es un pobre eufemismo) que serían remolcadas. Los navíos pequeños de desembargo especialistas como el Pionierlandungsboot 39 estaban en etapa de prototipo, al paso que los gigantes navíos con puertas de desembarco como los socios LST (Landing Ship Tanks) o su multitud de automóviles especialistas, sencillamente no existían o estaban en etapa de diseño o prototipo a lo largo de estos días de 1940.

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