<p id="caption-attachment-12786" Fotografía: Chistopher Little, el primer agente literario de Rowling | vía christopherlittle.
En 1995, Rowling acabó su manuscrito de “Harry Potter y la Piedra Filosofal” en una vieja máquina de redactar manual. Frente a la entusiasta contestación de Bryony Evens, un lector al que se le había pedido que revisara los primeros tres episodios del libro, Christopher Little Literary Agents, con origen en Fulham, aceptó representar a Rowling en pos de una editorial para publicarse lo. El libro fue enviado a 12 editoriales y todas y cada una lo rechazaron gracias a que el título mencionaba a un artículo infantil (entonces se pensaba que los contenidos escritos infantiles eran realmente difíciles de vender). Un año después, al final, se le dio luz verde por la parte del editor Barry Cunningham de Bloomsbury, una editorial de Londres que pagó a Rowling 1.500 libras como un adelanto por los derechos de creador.
Traspasando Fronteras
Réplica del modelo C6. Fuente: Museo del Aire y Aeronáutica
El desempeño del C.
6A fue grabado en celuloide y proyectado a lo largo de la IX Exposición de Aerodinámica de París, conmemorada en la ciudad más importante francesa en la época de la década de los años 20 del pasado siglo. Juan de la Cierva acaparó todos y cada uno de los focos, transformándose en el centro de atención de colegas y gobiernos foráneos. En ese marco, se cuajó la etapa anglosajona de su trayectoria prometedora.
HOMENAJE DE LA UNAFUT Y LA FEDEFUTBOL
A método de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), Luis Paulino Siles dejó una “huella” imborrable en el arbitraje de Costa Rica años, dio justicia en los terrenos de juego, en todo el país y también en todo el mundo.
En el mes de agosto de 2017, el dedicado del Torneo de Apertura 2017 recibió un homenaje de la Comisión de Arbitraje, entidad adscrita a la Fedefútbol, “en reconocimiento a su trayectoria y aportación al referado ”, explicó la organización ubicación oficial.
Los guardianes de Escocia
Tras la guerra de Falkirk, uno tras otro los nobles escoceses hicieron la paz con Eduardo y renovaron sus juramentos, mientras que Wallace se escape. El cargo de Guardián de Escocia recayó en este momento a los 2 nobles mucho más predominantes, Robert Bruce y John Comyn. Wallace encabezó una guerrilla en el transcurso de un año, y después viajó a Francia, Noruega y Roma en pos de apoyos, pero al notar que sus sacrificios estaban libres regresó a Escocia para proseguir la pelea con sus medios.